El sueño es un pilar fundamental de nuestra salud y bienestar. Un buen descanso nocturno no solo nos deja sintiéndonos renovados y alerta, sino que también juega un papel crucial en la prevención de problemas de salud a largo plazo.

Para aprovechar al máximo tus horas de sueño, se puede considerar algunos hábitos:

1. Evita Estímulos Electrónicos Antes de Dormir

La luz azul de las pantallas electrónicas puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Apaga dispositivos electrónicos al menos una hora antes de acostarte para preparar tu cuerpo para el sueño.

2. Establece una Rutina Relajante antes de Acostarte

Realiza actividades relajantes antes de dormir, como leer un libro, tomar un baño caliente o practicar la meditación. Estas actividades ayudan a calmar la mente y preparar el cuerpo para el sueño.

3. Limita algunas bebidas y alimentos antes de dormir

Evita bebidas como la cafeína y el alcohol, además de las comidas pesadas al menos 3 horas antes de acostarte. Estos estimulantes pueden dificultar conciliar el sueño.

4. Crea un Ambiente de Sueño Ideal

Tu dormitorio debe ser un santuario de descanso. Mantén la habitación oscura, tranquila y fresca. Considera usar cortinas opacas y tapones para los oídos si es necesario.

5. Respeta tu Horario de Sueño

Establece una rutina de sueño constante, acostando y despertando a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular tu reloj biológico y mejora la calidad de tu sueño. 

6. Mantén una Hidratación Equilibrada

Bebe suficiente agua durante el día, pero limita la ingesta antes de acostarte para reducir las interrupciones nocturnas para ir al baño.

7. Haz Ejercicio Regularmente

El ejercicio regular promueve un sueño más profundo y reparador. Intenta realizar actividad física durante el día, pero evita el ejercicio intenso justo antes de dormir.

8. Controla el Estrés y la Ansiedad

La gestión del estrés es esencial para una buena higiene del sueño. Practica técnicas de relajación, como la respiración profunda o el yoga, para reducir la ansiedad antes de acostarte.

9. Invierte en una Cama y Colchón de Calidad

Dado que pasamos aproximadamente un tercio de nuestras vidas en la cama, invertir en un colchón y una cama cómodos es una sabia decisión. Elige la firmeza y el soporte que mejor se adapten a tus preferencias y necesidades.

10. Consulta a un Profesional del Sueño si es Necesario

Si experimentas problemas crónicos de sueño, como insomnio o apnea del sueño, busca la ayuda de un profesional del sueño. Pueden ofrecer diagnósticos y tratamientos específicos para tus necesidades.

Bonus: La cama es solo para dormir

Si tienes insomnio y llevas más de una hora en la cama, levántate y cambia de lugar. Puedes ir al sofá a leer, ver una película o tomar un vaso de leche. No estudies en la cama, ni leas, ni hables por teléfono o veas la tv. Si lo haces vas a asociar la cama a una actividad y no la vas a percibir como un lugar tranquilo y de descanso. Solo cuando te encuentres cansado, vuelve a la cama. De no hacerlo así vas a asociar la cama a un lugar donde es difícil dormir y cada vez te costará más conciliar el sueño.

Seguir estos hábitos te ayudará a establecer una sólida higiene del sueño y a disfrutar de un descanso nocturno reparador. Recuerda que el sueño de calidad es esencial para tu bienestar físico y mental, y es un componente crucial para una vida saludable y equilibrada. ¡Duerme bien y vive mejor!

^{_{Fuente: Bupasalud - ¿Qué es la higiene del sueño y cómo cuidar la calidad de nuestro descanso?}}